Why do we keep changing the time in Spain: should we turn the clock forward or back this Sunday?
Hay preguntas muy recurrentes en nuestra vida, de las que por mucho que pase el tiempo no conseguimos dar con una respuesta que satisfaga de verdad las dudas que la generan. Este fin de semana es especial: llega el cambio de la hora. Sí, dos domingo al año hay que jugar con las manecillas del reloj, costumbre que entre la digitalización y la domótica han ido relegando a los objetos más anticuados. ¿Este domingo hay que adelantar o retrasar el reloj? ¿Por qué seguimos cambiando la hora en España? ¿Hasta cuándo seguiremos hora arriba y hora abajo en plena madrugada dos veces al año?
Llega el horario de verano, el que nos trae atardeceres que se alargan hasta las 22 horas en pleno verano. Tardes al sol y mañanas en las que, durante los próximos días, notaremos que amanece más tarde. El cambio de la hora tiene lugar en la madrugada del sábado al domingo, momento en el que a las 02 horas del domingo, el reloj da un salgo de 60 minutos para ser directamente las 03 horas.
Cambio de hora en plena Semana Santa
Este cambio de hora siempre tiene lugar tanto el último fin de semana de octubre como el último de marzo. Cuestiones del calendario han querido que este primer cambio de hora del 2024 llegue en plena Semana Santa, por lo que habrá que estar atentos a posibles modificaciones en horarios de procesiones, así como en viajes de regreso de vacaciones.
Un ‘boom’ de dudas con el cambio de hora
La teoría es ciertamente sencilla, tan básica que genera un ‘boom’ de dudas. No es la primera vez que se avanza en el debate de si se debe continuar cambiando la hora dos veces al año. España debería elegir un huso horario y en ese es en el que se quedaría de forma fija, pero este ‘salto al vacío’ horario aún parece lejos de llegar.
Hasta 2026 vamos a tener cambios de hora. Así consta publicado en el Boletín Oficial del Estado. Eso no quiere decir que en dos años finiquitemos por la vía rápida este eterno debate, sino que el Gobierno fija a varios años vista las dos fechas anuales en las que hay que ir quitando y sumando minutos al reloj.
No hay que pasar por alto que la Unión Europea llegó a aprobar el fin del cambio de hora, pero la política comunitaria y sus complejidades internas derivaron en una falta de acuerdo para concretar el final del cambio de hora.
Estos días veremos como brotan los mensajes de ahorro, las técnicas más infalibles para no gastar más con la luz, el agua o el gas con el nuevo horario. Lo cierto es que las rutinas del día a día no deberían cambiar, más allá de que la amplitud horaria con rayos de sol permita mayor vida en el exterior de las viviendas.
Así que desde este mismo domingo, siempre que el tiempo lo permita, veremos más actividad en las calles en horario vespertino. Atrás quedan esas tardes en las que a las 18 horas era de noche. El atardecer llegará este domingo pasadas las 20.20 horas, mientras que el amanecer lo podremos contemplar sobre las 07.50 horas.
Con respecto al ahorro no encontramos una posición común. Hay estudios profesionales de consumo que indican la posibilidad de ahorrar hasta un 5% si adaptamos el uso eléctrico a la nueva hora, pero en 2019 el Ministerio para la Transición Ecológica echó por tierra el mito del ahorro con el cambio de hora: “No existen informes actualizados ni experiencias contrastadas” que “permitan aseverar que el cambio de hora lleve asociados ahorros energéticos”