Hoy te traigo una reflexión muy personal con respecto a una parte de nuestro trabajo en NUWE. No se escapa al interés de nadie la situación del mercado inmobiliario. Por una parte estamos los profesionales, por otra los clientes y no podemos olvidar una pata muy esencial en esta mesa: la Ley de Vivienda. Sí, verás que no incluyo los alquileres vacacionales como parte fundamental de una ecuación cuyo resultado es el aumento desmedido de los precios tanto en compra-venta de viviendas como en el alquiler.
Te voy a dar tres datos de Valencia: en 2020 calculamos que de medía había en venta unas 20.000 viviendas, hace un años la cifra era menor de 8.000; hoy en día ronda las 4.000 viviendas en venta. ¿Por qué tenemos precios tan altos en las viviendas y los culpables no son los estigmatizados alquileres vacacionales?
Empecemos por el principio. Hace un tiempo decidimos en NUWE reorganizar nuestra cartera de inmuebles y dejar de lado el sector boyante del alquiler de viviendas. Optamos por una medida a contracorriente porque a criterios de nuestra ética profesional nos resulta imposible cumplir el 100% de la nueva Ley de Vivienda ante clientes e inquilinos. Al inquilino no le podemos cobrar la comisión inmobiliaria y al cliente no le vamos a camuflar otros servicios para ‘sacarle’ esa cantidad acorde a nuestro trabajo. Si algo queremos que caracterice a NUWE es la transparencia a la hora de actuar entre ambas partes, situación que es imposible ante la ley tramitada por el Gobierno de Pedro Sánchez.
Ley de Vivienda
El texto normativo no tiene pérdida. Es un compendio de medidas completamente contrarias a los verdaderos intereses que se ven en el mercado. Pero para que veas que no es una cuestión política, me voy a remitir a algo tan básico que nos hemos encontrado en nuestro día a día en NUWE: los propietarios han dejado de tener cualquier tipo de seguridad jurídica ante una situación de okupas o impagos por parte del inquilino. ¿Qué provoca esto? Que ante la posibilidad, muy real actualmente, de que un alquiler acabe mal, el propietario opta por tener cerrado el piso o buscar otra alternativa más segura.
Así nos encontramos la rápida proliferación de viviendas, e incluso bajos comerciales, que se reconvierten en alquileres vacacionales, pero ¿realmente son el problema o la salida fácil ante una situación tan paradójica?
Alquiler vacacional
Sí, los últimos datos, por ejemplo de Valencia ciudad, constatan un aumento muy notable de la solicitud de viviendas para alquiler vacacional, pero ¿está aquí el verdadero problema? Te pongo un ejemplo: en Ciutat Vella no se conceden licencias para nuevas apertura hoteleras y de alquiler vacacional. Atendiendo a esta lógica, podríamos decir que es un barrio destensionado, que no existe, oficialmente, una presión por parte de este nuevo concepto de alquilar casas particulares para un periodo de pocos días. ¿Y si realmente el problema está es la escasez de vivienda?
Extranjeros
Desde que dejamos de trabajar el alquiler en Valencia, nos hemos encontrado con clientes que querían poder alquilar su vivienda pero no tenían confianza en la situación social. Es decir, que tenemos a propietarios que queriendo arrendar un inmueble, tienen que buscar otras opciones porque no tiene la suficiente seguridad jurídica como para, en cierta medida, asegurar un rendimiento de inversión. Ahí aparece el comprador extranjero. El propietario nacional, ante las dificultados que acabaría comportando el alquiler, opta por poner en venta la vivienda, oportunidad que actualmente sólo pueden hacer frente los extranjeros.
Ahora porque han bajado levemente los tipos de interés del Banco Central Europeo, pero es que la realidad del sector es que el cliente nacional se caracteriza por realizar inversiones a partir de la concesión de créditos. Si estos están ahora con unos intereses elevados, el músculo económico se queda en nada en comparación con la capacidad con la que llegan los compradores de fuera de España.
Así que nuestro cliente nacional vende la vivienda porque es su única opción de sacar un rédito económico actualmente y suele ser este nuevo propietario extranjero el que destina el inmueble a segunda vivienda o alquiler vacacional.
Conclusion
Si el precio de la vivienda ha subido es porque hay escasez en el mercado, porque los propietario optan por guardar las opciones de alquiler o venta ante un escenario completamente incierto y en el que parte con clara desventaja. Incluso podríamos decir que es gente con la capacidad de aguantar de esta forma hasta que haya un cambio en la Ley de Vivienda que sea menos hiriente a sus intereses. Pero si justamente publico este post es porque esos “intereses” que te decía ahora son realmente los de toda la sociedad. Si no hacemos que los tenedores de vivienda cuenten con seguridad jurídica a la hora de acudir al mercado, los precios de la vivienda van a seguir siendo insostenibles. Así de claro. Estamos en un momento crucial y que un inquilino tenga más derechos que un propietario sólo se traduce en una tensión desmedida en el mercado inmobiliario.